El término municipal ocupa el límite sur de la comarca, en un terreno suavemente ondulado sobre el río Alcanadre.
Sus orígenes se remontan a época ibérica, aunque los restos arqueológicos más significativos son de la época romana (vestigios de una gran presa y de los estribos de un puente). Del esplendor de la época musulmana quedó su nombre "Alcofea", derivado de alfocea, aumentativo de alfoz, que significa sembrado. Su pasado medieval es legendario; el mismísimo Cid Campeador plantó sus tiendas en Peralta de Alcofea allá por el año 1099.
Un paseo por sus calles nos descubrirá buenas muestras de la arquitectura tradicional del Somontano patrimonio de familias infanzonas.
El edificio más destacado de la localidad es la Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, obra del románico pleno, construida entre finales del siglo XII y principios del XIII, declarada Monumento Histórico-Artístico. La portada abocinada con seis arquivoltas presenta uno de los conjuntos de escultura románica más destacados del Somontano. En ella pueden verse varios capiteles historiados, la Epifanía en el tímpano y representación de algunos oficios, como es un pastor, un guerrero, un músico de arpa, un tejedor, un noble orante, un curtidor y un arquero. Estos relieves románico, por su avanzada fecha de ejecución, presenta evidentes influencias góticas.
En lo más alto del caserío se yergue la ermita de San Juan, obra del siglo XIII. Al exterior, una excavación ha sacado a la luz el trazado original del templo. Junto a estos restos arqueológicos, se puede ver una sepultura antropomorfa excavada en la roca.
Peralta de Alcofea celebra sus fiestas mayores en honor a Nuestra Señora de la Asunción, a partir del tercer sábado de agosto.
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